Que la cocina es uno de los espacios más importantes de nuestra casa es indiscutible.
Ya no por todo el tiempo que pasamos dentro de ella, sino porque es considerado como un espacio de trabajo dentro de nuestra vivienda, y como tal, debe estar muy bien ejecutado para que, además de estético, sea un espacio duradero, funcional y ergonómico.
Para conseguirlo, una vez más, os recomendamos que al reformar una cocina contratéis con alguno de los profesionales cualificados que podéis encontrar en Vip Reformas , uno de los portales líderes en el sector de la reforma y rehabilitación donde podéis conseguir hasta 3 presupuestos gratis de profesionales de vuestra zona.
De la mano de esta plataforma, en este post os vamos a contar todos los secretos que los verdaderos profesionales tendrán en cuenta para que tu cocina, además de ser bonita por fuera, sea perfecta por dentro.
EL PROYECTO
Una vez elegido el diseño de la cocina tal y como te contamos en uno de nuestros post ,éste deberá quedar reflejado en un “proyecto” que contenga como mínimo planos en planta y alzados donde se aprecie con claridad las medidas de las paredes, pilares, vigas, huecos de ventanas y puertas, medidas de los muebles, ubicación de los electrodomésticos principales y las medidas de la nueva tabiquería en el caso de que haya cambios en la distribución.
Con esto ya hemos dado el primer paso para que nuestra reforma vaya sobre ruedas… esta documentación, además de servir de guía para todos los gremios implicados en la obra, nos ayudará a tener contabilizados y medidos todos los materiales que tengamos que encargar para realizar la reforma, como por ejemplo, los azulejos y el pavimento.
Después es importantísimo planificar todos los trabajos y fechas de entrega de los materiales que encarguemos, teniendo en cuenta lo siguiente:
EL ENCARGO DE LOS MUEBLES:
Antes de iniciar la obra, realizaremos una medición del espacio y encargaremos los muebles de la cocina.
Lo ideal sería comenzar la reforma cuando hayan llegado todos los muebles, así, si surgieran retrasos en la entrega, evitamos quedarnos colgados con la obra empezada y los muebles sin llegar.
Los plazos de entrega varían según el fabricante, pero generalmente se establecen unas2-3 semanas para cocinas laminadas o estratificadas y de 4-6 semanas para polilaminadas, porcelánicas, maderas naturales y puertas lacadas.
En el caso de que no contéis con un proyecto claro o no exista la posibilidad de medir el espacio por cambio de distribución, os recomiendo que los encarguéis más tarde, cuando el espacio esté más definido y se pueda medir en condiciones.
Así evitamos sustos como que no nos entre un mueble o sobre mucho espacio.
Esto es porque normalmente las cocinas se fabrican a medida y, aunque el encargado de pedir los muebles a fábrica cuente con márgenes de error ajustando los muebles al espacio con regletas de ajuste, un error tan simple puede provocar retrasos importantísimos.
Como en este post hablamos de reformas de calidad, me gustaría resolver muchas de las dudas que surgen a la hora de elegir entre los diferentes presupuestos que nos ofertan para el mismo diseño de cocina.
“Si la puerta es la misma y estéticamente es igual ¿Por qué uno es más barato que el otro?”
CALIDAD DE LOS MUEBLES
ARMAZONES
Muy bien, pues la diferencia se encuentra en la calidad de los elementos que no ves.
Una cocina no está formada solo por las puertas sino por muchísimos elementos y herrajes que le suman o le restan valor.
Uno de los más importantes es el tipo de fabricación del mueble:
Nos podemos encontrar con armazones en Kit o de “bricolaje” que se compran por paquetes desmontados y el instalador tiene que armar con tirafondos o los módulos que ya vienen armados y encolados desde fábrica. lo normal es que esté método nos aporte una mayor calidad al estar ensamblado por maquinaria industrial y no depender de la “pericia” del instalador.
Además, estos armazones pueden estar fabricados con tableros de diferentes calidades… si no queremos que nos den gato por liebre, debemos exigir que el interior del tablero aglomerado sea de alto gramaje o de alta densidad.
Para mí, 120gr/m2 es lo recomendable y que, tanto el papel melamínico que lo reviste como el canteado sea de buena calidad, si no queremos que pasados unos años se descuelguen las puertas de los muebles al no tener suficiente sujeción los tornillos que ajustan las bisagras.
Además, en los muebles de zonas húmedas, se debería usar el mismo tablero con tratamiento hidrófugo o en tablero marino para que aguante el paso del tiempo.
BISAGRAS y CAJONES
Otros elementos en los que debemos fijarnos son en el tipo de bisagras: con o sin freno, en el tipo de cajones metálicos de extracción total o parcial, con auto cierre o freno asistido, en el tipo de colgador que sujeta los módulos altos o en los herrajes abatibles y extraíbles que hayamos elegido.
TABIQUES DE REPARTO Y TRASDOSADOS
Si nuestra reforma implica un cambio de ubicación o de reparto, como en cualquier espacio, podremos optar por tabiquería de fábrica de ladrillo o tabiquería de cartón yeso (pladur o similar) con perfilería galvanizada.
En este último caso se recomienda meter unos refuerzos interiores, con tableros de madera, a la altura que queramos colgar los muebles altos y además, a la hora de instalarlos, o bien utilizar tirafondos especiales para tabiques de cartón-yeso si no queremos que con el paso del tiempo se descuelguen.
REVESTIMIENTOS DE PAREDES Y SUELOS
En este capítulo entramos en un mundo infinito de posibilidades. En función de la obra que pretendamos ejecutar, si queremos dar un lavado de cara, como te contamos en nuestro post , o si vamos a realizar una reforma más profunda.
En este caso, el rey sigue siendo el revestimiento cerámico, por su fácil limpieza y resistencia a los golpes. A la hora de elegirlos nos tendremos que fijar en lo siguiente:
Material: En general los más utilizados son la pasta roja, pasta blanca o porcelánico, que nos ofrece una mayor dureza y calidad. Tiene un precio superior, pero merece la pena usarlo como solado, ya que es donde podrían producirse impactos de objetos que se caen al suelo. Dentro de cada grupo, existen multitud de calidades en función de su uso y aplicación: interior o exterior, paredes o suelos. Os recomiendo que os dejéis aconsejar por vuestro distribuidor de confianza a la hora de elegir el material.
Acabado: La elección del acabado no determinará sólo la estética: brillo, mate, satinado… si no que determinará el nivel de porosidad y en su caso del nivel de deslizamiento.
La cocina está considerado como un cuarto “húmedo” así que debemos asegurarnos de que elegimos un solado de una categoría mínima antideslizante para cocinas domésticas. No es necesario elegir categorías muy superiores porque el material será muy rugoso y su limpieza será muy costosa.
Tipo de instalación: Con junta, la manera tradicional o rectificado. Cada vez se opta más por este tipo de instalación, aunque la mano de obra es un poco más cara, por limpieza.
Para un acabado óptimo de las juntas os recomiendo que seleccionéis piezas de calidad que vengan perfectamente calibradas de fábrica, el uso de cuñas y calzos de nivelación y, sobretodo, usar un mortero de rejuntado de un color que se asemeje al color del material… sorpresa! existe otro mundo mas allá del blanco.
Formato: en la actualidad los fabricantes pueden fabricar piezas de mayores formatos.
Estéticamente el resultado puede ser espectacular, pero a la hora de la compra hay que calcular muy bien el desperdicio si no queremos quedarnos cortos.
En todos los casos, aconsejamos pedir siempre aproximadamente un 10% de más y calcular muy bien los metros en función del número de piezas que contenga cada caja.
Si sois valientes y creativos os animamos a combinar diferentes materiales para reformar una cocina .
Por ejemplo, en las zonas que no sean de trabajo, podemos dar un toque muy cálido y personal utilizando papel pintado pues muchos son aptos para zonas húmedas y además son lavables.
INSTALACIONES
Entramos en el capítulo más importante para reformar una cocina…
Existen multitud de estudios y estadísticas que indican que la mayoría de los incendios de las viviendas están provocados por instalaciones antiguas o mal ejecutadas.
Por eso es importantísimo contratar a personal cualificado que pueda realizar certificaciones y boletines de las instalaciones realizadas porque éstas deberán pasar el control de industria posteriormente y aprovechar la reforma para adecuar todas nuestras instalaciones a la normativa vigente.
Además de estar bien ejecutadas, tenemos que tener en cuenta que nos condicionaran parte del diseño y distribución de nuestra cocina. A continuación os detallo los aspectos más importantes:
Instalación de gas y calefacción:
LA CALDERA
En la mayoría de las viviendas la caldera va ubicada en la cocina y se alimenta de gas natural.
Deberá ser de condensación, aunque se siguen comercializando calderas estancas y de bajo NOX, en 2015 una directiva europea prohibió su fabricación, y si en un futuro necesitamos piezas de repuesto es probable que no las encontremos.
Lo que más condicionará a nuestro diseño es su ubicación, deberá estar cerca del muro exterior por donde colocaremos su salida de gases, que debe tener un ángulo de inclinación determinado y nunca deberá estar a menos de 45cm de la campana extractora.
Las calderas generan monóxido de carbono y si la campana está muy cerca impide que se evacue correctamente. Además necesitará un desagüe y una toma de electricidad.
Otra de las cosas que pueden afectar a la estética de la cocina, es que, por seguridad, todos los conductos de cobre deben quedar a la vista y ser accesibles, esto incluye el conducto de entrada desde el contador, las llaves de corte y, en el caso de que decidamos instalar una placa de gas, la canalización que va desde la caldera hasta la misma.
Sólo en casos excepcionales y puntuales podrán empotrarse tras los muros y en este caso, siempre deben ir alojadas dentro de una vaina de acero ventilada que pueda evacuar el gas en caso de fuga, ese tramo no podrá superar los 2 metros.
Instalación de evacuación de humos y ventilación:
En primer lugar, lo que debes saber es que si vas a utilizar placa de gas, pues deberás instalar dos rejillas de ventilación que den al muro exterior, una a ras de suelo y otra en la parte alta.
LA CAMPANA EXTRACTORA
El segundo elemento de esta instalación es la ubicación de la salida de humos de la campana, ya que, debemos prever una buena instalación si queremos que la campana aspire correctamente.
Los aspectos más importantes son la distancia de salida al exterior, mejor que al shunt comunitario, sobre todo si nuestro edificio es antiguo, evitaremos al máximo posible la colocación de codos, pues le restan poder de aspiración y el diámetro del tubo debe ser suficiente para que circule el caudal de aspira el motor de la campana. Lo ideal es que respetemos las indicaciones que nos marca el fabricante y que a la hora de elegir la potencia, que se mide en m3/h, tengamos en cuenta las dimensiones de nuestro espacio.
Solemos pensar que siempre es mejor un motor muy potente, pero la verdad es que si tenemos una cocina pequeña, tendrá un rendimiento menor.
Para un correcto funcionamiento de la campana, siempre tendrá que existir una entrada de aire desde el exterior para que ventile: rejilla, ventanas… debe existir una renovación de aire continua.
Pero ojo, tampoco deberá estar entre corrientes, ya que el humo se esparcirá por la cocina y por seguridad la instalaremos a 50-60cm de altura respecto a la placa.
Instalación de fontanería y saneamiento:
A la hora de proyectar esta instalación tendremos que tener en cuenta la distancia de la bajante por la inclinación que deben tener los tubos de desagüe y ubicaremos todas las conexiones y llaves de corte en el mueble fregadero para tener siempre acceso a ellas en caso de fuga o reparación.
Jamás colocaremos las llaves de corte y los desagües detrás de la lavadora y lavavajillas, sobre todo si son aparatos de integración, pues el margen de espacio que dejan estos aparatos hasta la pared es insuficiente para que entren.
Cada aparato deberá tener su propio punto de conexión y desagüe, y prestaremos atención a las necesidades de cada electrodoméstico que hayamos elegido para no quedarnos cortos:
Lavadora: Necesitará como mínimo un desagüe y una toma de agua fría. Pero ojo, algunos modelos de alta eficacia energética disponen de conexión de entrada de agua caliente, si tenemos esto en cuenta ahorraremos energía eléctrica. Las conexiones y desagüe van por medio de tubos flexibles, así que no tenemos que colocarla necesariamente al lado del fregadero.
Lavavajillas: al igual que la lavadora necesitará como mínimo un desagüe y una toma de agua fría y sus conexiones van con tubos flexibles que nos permiten ubicarlo lejos del fregadero.
Secadora: Existen dos tipos de secadoras: de evacuación por tubo flexible a la fachada o de condensación, ésta la más vendida por su fácil instalación. Este modelo, aunque dispone de depósito de recogida de agua, podremos conectarlo a un desagüe.
Fregadero: Necesitará una toma de agua fría, otra de agua caliente y un desagüe. Para evitar los malos olores nuestro fontanero realizará un sifón desde la válvula, si dentro de nuestro mueble colocamos cubos de basura extraíbles deberá colocar un sifón salva espacio o hacer el codo del sifón pegado a la pared.
Frigorífico: Muchos de los frigoríficos americanos con dispensador de agua y hielo necesitan toma de agua, otros en cambio, tienen un depósito de agua en el propio dispensador. Lo que no necesitará es desagüe.
La instalación de fontanería y saneamiento va empotrada en las paredes, techo y suelo, por lo tanto que cuando la reforma está terminada queda oculta.
Para evitar fugas de agua durante la instalación de los muebles de cocina, los instaladores llevan detectores para evitar taladrar las zonas por donde pasan, y muchos reformistas colocan pegatinas como esta para señalizarlas:
Instalación eléctrica:
Al igual que en la instalación de fontanería, tendremos que contabilizar todos los electrodomésticos que vayamos a colocar y además puntos de enchufes “domésticos” que colocaremos entre la encimera y los muebles altos, que nos servirán para conectar los electrodomésticos pequeños de uso habitual en la cocina: batidora, robots de cocina, cafetera, exprimidor… Lo mejor es contar con bases dobles distribuidas en diferentes zonas por si en algún momento utilizamos más de un aparato al mismo tiempo, evitando colocarlas cerca de la zona de agua por seguridad.
Si la superficie de trabajo se sitúa en una isla o disponemos de poco espacio en las paredes para colocar estos enchufes, existen multitud de mecanismos que podremos ocultar en los muebles y en la encimera y que instalaremos una vez estén colocados los muebles.
Una de las cosas más importantes de este tipo de instalación es conocer la potencia y la intensidad que necesitará cada electrodoméstico.
Lo ideal es que cada aparato lleve su línea independiente lo que ocasionará aumentar en número de magnetotérmicos en nuestro cuadro eléctrico y una revisión de la potencia contratada con nuestra distribuidora.
Además horno, placa y microondas, que son los electrodomésticos que más potencia necesitan, irán conectados a bases de 25 amperios en vez de 16A, como es habitual en el resto de enchufes domésticos y la sección del cable será mayor. La lavadora y lavavajillas irán conectadas a bases de 20 A.
No nos deberemos olvidar tampoco de las posibles conexiones de iluminación que decidamos poner bajo los muebles altos, lo ideal es dejar el punto de conexión en la parte alta de los muebles para tener acceso a la instalación una vez colocados los muebles.
Como veis, la reforma de la cocina conlleva muchísimos trabajos especializados, muchos de ellos exigidos por ley. Así que una vez más os recomendamos que lo dejéis en manos de profesionales.